Ya hemos apuntado las propiedades antivíricas, antiinfecciosas, antimicóticas, antibacterianas y antiinflamatorias del ozono, por lo que es útil en:
- heridas y úlceras
- en todos los procesos de cicatrización
- en quemaduras y abcesos
- en úlceras infectadas de evolución tórpida o de difícil cicatrización (pie diabético o úlceras en diabéticos)
- en patologías de origen vírico: hepatitis o herpes
- también como activador general del sistema inmunitario
- investigaciones más recientes, lo han encontrado útil en el tratamiento del glaucoma y de las maculopatías oftalmológicas
- así como resolutorio en hernias discales
- en inflamaciones articulares en Ortopedia y Reumatología
- como coadyuvante en tratamientos oncológicos, en particular en personas de avanzada edad
- también en celulitis

- en el estrés
- en osteoporosis
- en Ginecología: en vulvovaginitis y vaginitis de origen micótico o bacteriano
- en Geriatría: para aumentar la calidad de vida y para una mejor oxigenación cerebral en síntomas como pérdida de memoria, dificultad circulatoria en piernas, cansancio, etc.